¿Quién en alguna ocasión no ha sentido MIEDO? Hoy más que nunca el miedo se ha adueñado de nuestra sociedad. Con la pandemia el miedo, la ansiedad, las fobias, la depresión,…. se han incrementado notablemente tanto en niños como en adultos, sin embargo, yo en consulta digo que “el miedo no existe”, hago siempre la siguiente reflexión: “¿por qué tú reaccionas ante esta situación con miedo y otra persona no?
La clave está en LA ACTITUD, en tu interpretación de los hechos. Por eso hay perfiles de personalidad con más facilidad a sufrir el miedo irracional que otras.
Quien vive anclado en el futuro sentirá ansiedad, quien vive anclado en el pasado tendrá depresión. De lo que no nos debemos olvidar es de saber disfrutar el PRESENTE, el AQUÍ y el AHORA, es esto lo único que realmente tenemos.
El miedo es una emoción presente en todo individuo; nos permite tener una respuesta de alerta ante la amenaza. Si no existiera el miedo, es decir, esa emoción que nos avisa ante un peligro REAL en nuestro entorno, el ser humano como especie se hubiera extinguido.
Resulta interesante aclarar que hay dos tipos de miedo:
1.- el de SUPERVIVENCIA: el que nos informa a todos por igual. Nos predispone a reaccionar según el peligro REAL: un incendio, un accidente aéreo, …
2.- y el IRRACIONAL: miedo irreal, subjetivo. Aparece dependiendo de la personalidad del individuo, de su experiencia y de su manera de interpretar los acontecimientos.
A este miedo patológico, enfermizo que domina y altera al individuo lo denominamos FOBIA.
La ANSIEDAD es la reacción emocional de la persona ante situaciones que las percibe como una constante amenaza. Los síntomas pueden ser físicos como taquicardia, mal estar, sudoración, palpitaciones, presión en el pecho…. y psicológicos como respuestas de huida, evitación, agobio, inseguridad, temor a perder el control.
El miedo es un Monstruo, un Come Galletas, no tiene límites, si no te enfrentas a él te debilitará con el paso del tiempo. Por eso, es aconsejable visitar pronto a un profesional.
Son personas que:
– Son inestables emocionalmente.
– Tienen poca confianza en sí misma.
– Viven pensando en un mañana “y si..”.
– Se sienten prisioneros del miedo que les asecha constantemente. No son libres.
– Les cuesta disfrutar del momento.
– Son vulnerables a los cambios porque no son dueños de su persona.
– Sus pensamientos son recurrentes (círculos viciosos) y por tanto obsesivos.
– Con actitud negativa: ven la vida bajo la amenaza que les persigue.
Está claro que NO SE NACE CON ESTE PERFIL DE PERSONALIDAD, se aprende y por eso hay que RESETEAR NUESTRA FORMA DE PENSAR, HABLAR Y ACTUAR.
Cuándo acuden a consulta vienen muy angustiados, agobiados y la pregunta común es ¿Helga, dime la verdad, esto tiene cura? Y siempre les digo SI, sólo depende de ti y de tu confianza en mí, así comenzarás a ser dueño de tu vida.
Helga González Medina
Psicóloga A-00705
