Echando una mirada al pasado observamos que la forma de vivir de nuestros padres o abuelos no son las actuales. Antes se vivía en el ahorro y ahora en el consumo. El ahorro es reflexión y el consumo es impulsividad.
Este desenfreno por consumir alcanza su pico en esta época del año. El Black Friday, Ciber Monday, Papa Noel, Reyes Magos, Rebajas y un sinfín de acontecimientos nos invitan a la población a consumir. Estamos tan bombardeados por campañas publicitarias hechas a nuestra medida que caemos en lo que denominamos la compra compulsiva.
En el Área de la Salud Mental denominan la oniomanía a la necesidad incontrolada y constante del individuo por comprar. Nos referimos a esa compra compulsiva, ansiosa y, por tanto, enfermiza.
Este tipo de respuestas ansiosas temiendo perder una oferta y compulsiva para tapar nuestro malestar es un mecanismo de defensa cada vez es más común en nuestra sociedad.
“¿Alguna vez te has parado a pensar la razón del consumo compulsivo?” Principalmente son dos: TU CEREBRO (LA PERSONA) Y LAS CAMPAÑAS PUBLICITARIAS (EL ENTORNO).
TU CEREBRO piensa en comprar, CREE que así serás feliz; ACTÚA con darle al clic de la cesta o yendo a los Centros Comerciales para SATISFACER esa necesidad: “estar mejor consigo mismo” Por otro lado, LAS NOVEDOSAS CAMPAÑAS PUBLICITARIAS presentes EN TU ENTORNO SON UN RECLAMO PERFECTO para satisfacer esos anhelos de felicidad efímera: la belleza, el éxito, la fama, el reconocimiento.
ESTA FALSA CREENCIA de que COMPRANDO consigo la FELICIDAD se convierte en una vía de escape que conduce a seguir buscando nuevas comprar para satisfacer esa ANHELADA FELICIDAD fomentando un círculo vicioso compulsivo y tóxico.
LA COMPRA COMPULSIVA SATISFACE A LA FELICIDAD DEL TENER (INMEDIATA Y SUPERFICIAL) PERO NO PROFUNDIZA EN LA FELICIDAD DEL SER (LA ESTABILIDAD EMOCIONAL), ésta requiere un trabajo más profundo y personal.
Aunque TODOS estamos inmersos en estas campañas publicitarias NO TODOS CAEMOS en el consumo frenético, son los PERFILES DE PERSONALIDAD caprichosa, impulsiva, con baja autoestima, con un profundo sentimiento de vacío los que tapan así la solución a sus problemas.
Hay que trabajar estrategias que favorezcan un CONSUMO REFLEXIVO Y RESPONSABLE para ello pueden contactar con la Psicóloga Helga González Medina del Centro Pediátrico San Francisco.
HELGA GONZÁLEZ MEDINA
PSICÓLOGA SANITARIA Nº COLEGIACIÓN A- 705
LOGOPEDA NÚMERO DE COLEGIACIÓN 50053