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Es bastante común que los niños, cuando son recién nacidos no solo estén activos mientras están despiertos, sino que también, durante el sueño emitan una serie de ruidos.

Lo primero que debemos de saber es que es normal: Mientras dormimos también estamos activos, incluso el cerebro puede estarlo más que mientras estamos despiertos. Y además, la actividad de un recién nacido cuando duerme es mucho mayor a la de un adulto. De hecho, observaremos no sólo que emite ruidos, si no que se mueve muchísimo, tose, gruñe… vayamos explicando algunos de los ruidos que puede emitir, y por qué no debemos preocuparnos demasiado.

La primera causa que puede causar preocupación son, en las primeras semanas, los ritmos de respiración del niño. Es relativamente normal: cuando sus niveles de oxígeno son normales, parece que se les olvida respirar, hasta que el cuerpo vuelve a detectar que necesita oxígeno otra vez, y vuelve a respirar. Poco a poco la respiración se normalizará.

Más adelante, en los primeros meses, el niño suele estar congestionado a menudo, y emitirá un cierto ruido, que en caso de evolucionar a catarro, se convertirá en ronquido. A no ser que el niño se despierte, no tenemos que hacer nada.

Llegado a los 5-6 meses ya los niños duermen de una manera similar a la de los adultos. Esto quiere decir que también tienen, sueños, pesadillas…y eso les hace poder hacer ruidos, gemir, llorar…e incluso pueden ir acompañados de movimientos más o menos bruscos en la cama. Lo repetimos, es debido a los sueños o pesadillas que el niño pueda tener. Se moverán, podrán incluso patalear o dar vueltas en la cama. Pero veremos que lo hacen dormidos, con los ojos cerrados.

En resumen: Estos ruidos no son preocupantes, pero sí puede ocurrir que debido a ellos los padres no puedan tener un correcto descanso. En esa situación, lo más recomendable será buscar una solución. Si alguno de los miembros de la familia, de manera prolongada no tiene un correcto descanso, puede acabar afectando a todos.  Normalmente la solución más común es que el niño deje de dormir en el dormitorio de los padres. No obstante siempre son soluciones muy personales que cada familia debe valorar.