Es relativamente común que, los más pequeños en ocasiones puedan llegar a tener convulsiones debido a la fiebre. Este hecho, no por relativamente “normal” deja de alarmar a los padres, y las salas de espera de urgencia en los hospitales a menudo reciben a padres y madres cuyo hijo sufre esta dolencia pero, ¿a qué se debe? Vamos a desgranar un poco mejor el por qué:
Lo fundamental que podemos decir es que las convulsiones surgen como una respuesta del cerebro ante la fiebre, habitualmente entre los 3 meses y los 5 meses de edad del pequeño. Y hay que resaltar que, aunque surge como una reacción del cerebro, no supone a priori que haya una infección o un problema cerebral o intracraneal. Invierno y verano son las dos estaciones más comunes para este tipo de problemas.
En su mayoría, la aparición de estas convulsiones se debe a una predisposición genética. Si los padres o hermanos las han sufrido, el niño tendrá un alto porcentaje de probabilidades de sufrir un proceso similar.
Independientemente de esto, las convulsiones surgen cuando la fiebre sube de manera muy rápida. Generalmente las convulsiones se darán entre los 38 y 39ºC. Quiere decir esto que no es preciso una fiebre excesivamente elevada, sino como mencionábamos, la convulsión será la reacción a una rápida subida de fiebre.
La manera en que se manifiesta generalmente se asocia a una rigidez del niño, que mueve únicamente las extremidades de forma brusca y puede perder el conocimiento. Puede incluso perderse la mirada, dificultad para abrir la boca o que no controle los esfínteres. Este proceso durará como máximo 15 minutos. Por lo general no durará más allá de 2-3, pero hasta 15 puede ser relativamente común.
Una vez pasado el ataque febril, lo habitual será que el niño se duerma. También será relativamente normal que un niño que sufra una vez convulsiones de este tipo, las vuelva a sufrir en adelante. De hecho, aproximadamente un tercio de niños que las han sufrido una vez las vuelven a sufrir. Pero tras ellas se recuperará totalmente y no quedará ningún tipo de secuela, ni estas convulsiones se asocian a otro tipo de enfermedades como la epilepsia, etc.
De hecho, ni siquiera (a priori) el tratamiento será diferente al de cualquier otro tipo de fiebre. En cualquier caso, para casos de urgencia pueden acudir sin cita previa a nuestro centro pediátrico.