La varicela es una enfermedad muy contagiosa típica de la infancia.
El contagio de la varicela suele ser por brotes que suelen tener lugar durante el invierno o a principio de la primavera aunque nadie está exento de tenerla en otra época.
La enfermedad se contagia con facilidad a través de tos o estornudos y por contacto directo a través de pañuelos o lesiones en la piel.
El periodo de incubación es variable, entre el primer contacto con el virus y la aparición de los síntomas pasan de 9 a 21 días.
Se manifiesta en:
- Forma de brotes y manchas rojas que pueden transformarse en ampollas.
- Fiebre moderada de 37,7 a 38,8 grados.
- Vómitos y pérdida de apetito.
Para reducir los malestares propios de la enfermedad en los niños te aconsejamos:
- Evita que el niño se rasque en la medida de lo posible, ya que, le pueden quedar señales y cicatrices.
- Mantén la piel del niño limpia; eso ayudará a disminuir el picor.
- Evita que el niño esté expuesto al sol.
- Baña al niño diariamente con un gel suave.
- Vístele con ropa amplia y de algodón.
- Puedes usar antihistamínicos contra el picor siempre recetados por el pediatra.
- La alimentación puede ser normal, aunque hay que tener en cuenta que es posible que el niño no tenga mucha hambre.
Puede causar náuseas, vómitos y pérdida de apetito.
Actualmente, el contagio de la varicela se puede prevenir con dos vacunas que suministramos en Centro Pediátrico San Francisco.
La vacuna, en ocasiones, no proporciona una inmunidad completa frente a la enfermedad, pero los niños se contagian de varicela a pesar de estar vacunados aunque pasan la enfermedad de forma leve.
Esta enfermedad se pasa una vez en la vida, ya que, el cuerpo se inmuniza de forma natural.
Por otro lado, la varicela en los bebés menores de tres meses es peligrosa.
Si ves algún síntoma y tienes dudas ven a vernos y te explicaremos todo con detalle en Centro Pediátrico San Francisco o accede a nuestra consulta ONLINE y te daremos cita en nuestra clínica si resulta necesario.