Nuestra psicóloga Helga González Medina con motivo del Día Mundial del Sueño, nos da unas pautas para adquirir buenos hábitos de conciliar el sueño.
Dormir es algo natural y necesario, aunque requiere de unas estrategias para conseguir un sueño reparador:
Marcar una misma rutina horaria al dormir y al despertar, incluyendo fines de semana y vacaciones.
Baño, cena, dientes y cuento debe ser un momento relajante y de interés.
La habitación cálida con ambiente agradable debe invitar al descanso.
Evitar los objetos o las formas que provoquen sombras, para disminuir la imaginación y el miedo.
Todos los adultos deben proceder de igual forma con el fin de favorecer el correcto hábito del sueño.
Las frases- mantras tranquilizadoras invitan a la predisposición del menor a dormir.
La NICTOFOBIA es el miedo a la oscuridad, a la noche no queriendo dormir solos. Es bastante común en los menores. Si desde pequeños nos hacemos amigos de la oscuridad y dejamos al menor que concilie el sueño solo, evitaremos o rebajaremos esta emoción.
La imaginación en edades tempranas cobra mucha fuerza. Lo mejor es decirles que LOS MONSTRUOS NO EXISTEN, que están sólo en nuestra cabeza. Una luz quitamiedos ofrece tranquilidad.
Las pesadillas, si son frecuentes se traducen en nuestras preocupaciones. Es el momento de identificar el origen y acudir a un profesional para resolverlas. Todos pasamos por temores propios de la edad.
Los terrores nocturnos se caracterizan por su agitación. No conviene despertarles, hay que tener paciencia y cuidar de que no se hagan daño.
Los trastorno del sueño en edades temprana tiene muy buen pronóstico.
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