La otitis externa, también llamada otitis del nadador, es muy frecuente en verano.
Se adquieren en piscinas, playas y ríos. En España una de cada doscientas personas padece durante el verano este problema.
La otitis externa consiste en la inflamación del conducto auditivo externo. Este conducto es la porción del oído situada entre la oreja y el tímpano. Con frecuencia es causada por agua que queda retenida en el oído al nadar, ducharse o bañarse. También puede ser causada por limpiar o rascarse la oreja y por problemas de la piel como la psoriasis o el acné.
Lo primero es no usar bastoncillos en el interior del conducto auditivo externo. Los bastoncillos eliminan la capa de cerumen que protege el oído evitando que los gérmenes se asienten. Si tiene un tapón de cera sí conviene retirarlo. Pero la cera normal que va fluyendo poco a poco hacia fuera es mejor no tocarla.
Si aparece dolor y es persistente, es necesario acudir al pediatra para que valore el caso y prescriba el tratamiento adecuado.
Mientras dure el tratamiento, hay que evitar la piscina. No vale ir “sin meter la cabeza”. Esto puede ser una opción en adultos o en niños mayores muy responsables. Pero en niños pequeños es poco realista. Jugando acaban salpicándole agua y, aunque tratemos la infección, si seguimos introduciendo “bichitos” nuevos no vamos a acabar con ella. Si además es de los que tiene la cabeza más tiempo bajo el agua que sobre ella, el riesgo se multiplica.
Es raro que las otitis externas por agua de piscina provoquen fiebre pero, si lo hacen, debe ser valorado por si la infección está progresando al interior del oído y fuese necesario añadir antibióticos por vía oral.
Síntomas
La persona que padece una otitis externa puede presentar alguno o todos los síntomas siguientes:
- Dolor de intensidad variable. Es el síntoma predominante. Aumenta al presionar en la región anterior del oído y al tirar de la oreja hacia arriba.
- Secreción amarillenta.
- Pérdida de audición, habitualmente temporal, si la inflamación bloquea el conducto.
- Picor. A veces intenso, que lleva a rascarse la zona con algún elemento que pueda lesionar la piel, con el consiguiente empeoramiento de la infección. Debe evitarse la manipulación y rascado.
La otitis externa suele responder bien al tratamiento y su resolución completa puede durar de 6 a 7 días, aunque el alivio de los síntomas se puede notar al segundo o tercer día.
Tratamiento
El tratamiento suele consistir en gotas de antibióticos que se aplican directamente sobre el oído infectado y analgésicos para calmar el dolor.