Una de las etapas del desarrollo de los niños tiene lugar con la retirada del pañal. Decir adiós a los pañales es un proceso que requiere paciencia y persistencia por parte de los padres.
Al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que no existe una edad predeterminada para dejar los pañales.
Esto se debe a que el control lo van adquiriendo conforme van creciendo. Por otro lado, hay que tener en cuenta que los niños poco a poco empiezan a ser conscientes que están sucios y suelen pedir el cambio del pañal, señal que puede indicarnos que el niño está preparado para iniciar este proceso.
Antes de quitarles el pañal es importante que enseñes al niño a nombrar que es lo que está haciendo. De esta forma te avisará cada vez que tenga ir al baño.
A continuación te damos una serie de consejos que te ayudarán a llevar a cabo este proceso:
- Identificar señales que nos indican que el niño esté preparado para dejar los pañales.
- Comprar los utensilios necesarios para que el niño pueda hacer uso del baño de forma segura (orinal o un asiento especial que se acopla al baño).
- Crear una rutina: puedes empezar por hacer que el niño se siente en el orinal una vez al día totalmente vestido para que empiece a acostumbrase.
- Animar al niño a abandonar los pañales y a ser independiente. Es importante que motives al niño a usar el orinal siempre que quiera hacerlo, hacerles saber que pueden usar el orinal cuando quieran también ayuda.
- Mostrarles y explicarles el proceso: los niños aprenden imitando a los adultos por lo que es la forma más natural que aprendan. Cuando les estés enseñando como usar el inodoro, ayuda mucho que le vayas explicando lo que está haciendo y le enseñes a limpiarse y a tirar de la cadena.
- Ropa interior de entrenamiento, actualmente existe en el mercado ropa interior con una protección extra absorbente o pañales que se asemejan a la ropa interior. A algunos niños les motiva usar ropa interior de sus personajes favoritos.
Si aplicas estos consejos conseguirás que el niño vaya al baño solo, pero antes no debes olvidar que hasta que esté completamente habituado a usarlo es posible que haya una serie de “pequeños accidentes”.
Para que sea más fácil afrontar estos accidentes puedes vestir al niño con ropa fácil y rápida de quitar. Lo más importante, paciencia en este proceso.