Se ha hablado mucho y se comenta que el hábito de fumar durante el embarazo afecta a la salud del bebé. Sin embargo a día de hoy todavía más del 10% de las mujeres fuman durante el embarazo. Y no solo esto, sino que además hay otro factor que pocas veces se toma en cuenta, y es el hecho de que el padre también fume. Esto casi con total certeza convertirá a la madre en fumadora pasiva y de la misma manera es perjudicial para el hijo.
El hecho por tanto de que los padres fumen puede traducirse en problemas muy concretos que afectarán al niño e incluso a la madre, como puede ser el parto prematuro, el nacimiento con bajo peso, problemas cardíacos, defectos y malformaciones de nacimiento, o incluso el síndrome de la muerte súbita.
Además, el problema persiste si durante la lactancia la madre fuma, puesto que el tabaco contiene sustancias que a través de la leche materna pasarán al niño. De hecho, y a modo de ejemplo, un estudio ha revelado que los niños cuyas madres fuman durante la lactancia duermen una hora menos que los niños cuyas madres no lo hacen.
Por último recomendamos a quienes se estén planteando tener un hijo, dejar de fumar antes del embarazo. Fundamentalmente porque debido al síndrome de abstinencia que causa el hecho de quitar este hábito, la madre puede sufrir ansiedad e incluso depresión, lo que sería también perjudicial para el feto.
En cualquier caso, y como conclusión, recomendamos a todos dejar de fumar lo antes posible para evitar cualquier clase de problemas y preocupaciones posteriores en caso de embarazo.