Hoy es el día internacional del síndrome de Asperger. Esta enfermedad afecta a numersosas personas en la actualidad, y sin embargo sus características, diagnosis y tratamiento es poco conocido. En conmemoración a este día vamos a citar algunas de sus principales características y cómo detectarlas en la infancia para un efectivo tratamiento.
¿Qué es el síndrome de Asperger?
El síndrome de Asperger supone un trastorno en el desarrollo, derivada de una afección neurológica en relación al autismo, si bien tiene muchas diferencias.
Quizá su característica fundamental es la focalización del interés: Los afectados por este síndrome muestran una pasión inusual y desmedida por aspectos muy concretos, hasta el punto de dejar de lado otras actividades. Suelen además mostrar un comportamiento en sociedad inadecuado, con cierto desorden emocional, lo que mina un exitoso comportamiento en sociedad.
El aspecto motriz también se ve afectado: Las personas con síndrome de Asperger muestran un déficit motor, que les lleva a movimientos torpes y descoordinados; además de problemas en la comunicación no verbal. En este apartado el repertorio de gestos sería limitado, en muchas ocasiones su uso inadecuado, y su mirada fija y peculiar.
¿Existe tratamiento?
Aunque no existe la solución o tratamiento perfecto, sí que existen terapias que tratan sobre los aspectos fundamentales de la citada afección: Sus habilidades sociales, las rutinas obsesivas y su destreza física. Además se complementan con apoyo a los padres y tratamiento para posibles enfermedades colaterales como la ansiedad o la depresión.
Pero finalmente, con un tratamiento eficaz y detectado con premura, los niños con Asperger podrán llegar a una edad adulta llevando una vida autónoma; si bien pueden seguir necesitando aliento y apoyo moral.
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