Cada vez son más los padres que se preguntan por qué sus hijos/as no quieren estudiar, qué es lo que los lleva a hacer preguntas como: “¿Y estudiar esto para que me va a servir?”, o frases como: “Es que estudiar no es divertido”. Sin embargo, la mayoría de los padres enfocan mal sus respuestas, quizás el niño/a no necesita una orden que terminé desembocando en odiar más los deberes, quizás en ese momento lo que necesitan son razones por las que estudiar, refuerzo positivo.
Bajo esta premisa, hoy os ofrecemos algunas pautas con las que conseguir que vuestro hijo muestre un mayor interés por los estudios.
En primer lugar, debemos inculcar a los más pequeños la cultura del esfuerzo, es decir, que sin esfuerzo se consiguen pocas cosas en esta vida, y que los resultados que provienen del esfuerzo son mucho más satisfactorios que los que no.
Por otro lado, debemos aprender a motivarles encontrando puntos clave con los que llamar su atención, buscando sus referentes, sus gustos, generándoles curiosidad, etc.
En general el refuerzo positivo es una forma de educar que está cogiendo cada vez más peso, valorando y reconociendo todo aquello que hacen bien, y ayudándoles a mejorar en aquello que puedan hacerlo, se consiguen mejores resultados que con críticas.
Sin embargo, no hay que confundir el refuerzo positivo con permitirles todo, no es lógico que si suspende todas le premies. Por eso, los padres deben mantener esa posición entre la firmeza y el apoyo, tratando desde casa de aportarles interés por sus estudios.
Cuando un niño/a deja de estudiar para evitarse castigos o ganar recompensas, y comienza a estudiar por interés, es cuando realmente comienza a aprender.