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  • Crear un hábito de trabajo es básico para la autonomía y crecimiento del menor. Es en 3º de infantil cuando se inicia en los centros escolares la lectura y escritura. 
  • Aconsejo en torno a los 5 años cuando se debería iniciar la rutina del “estudio” basada en actividades variadas y creativas de grafía/escritura y lectura
  • La falta de hábitos y el hacerles “casi todo” en su vida diaria no favorece el crecimiento sano y fomentamos la dependencia. Es bastante habitual que los menores dependan de sus progenitores para ponerse a estudiar, lógico según edades.
  • Es con 8 o 9 años (según su madurez) cuando el adulto debería iniciar el trabajo de autonomía de responsabilidad escolar de una forma gradual.
  • El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) entendido como PENSAMIENTOS QUE NOS OBSESIONAN DANDO RESPUESTAS COMPULSIVAS PARA SENTIRNOS BIEN.
  • Si lo aplicamos al estudio, los pensamientos obsesivos son de carácter dependiente “si no están mis padres a mi lado me salen mal las tareas”, “no entiendo nada”, “no sé hacer las nuevas divisiones” con respuestas impulsivas voy a buscarlos, tiro de ellos, y emociones/sentimientos negativos: miedo, bloqueo, llanto, angustia, enfado si no lo consigo. Me calmará si ellos están presentes en mi momento de deberes.
  • Comienza el ritual del TOC, los progenitores con su presencia en las tareas escolares para que no se agobien sus hijos y así ayudarles y el menor demandando su estancia para sentirse más tranquilo y seguro al trabajar.
  • Este TOC está presente en los alumnos muy responsables, que se angustian ante el pensamiento rehén de que las tareas que mandan para casa son DIFÍCILES y no voy a poder, son inseguros y su seguridad la obtienen con la presencia de los progenitores, confían poco en ellos teniendo escasa paciencia con el error como vía de aprendizaje. Esto lo traducen siempre en un suspenso, mala nota o enfado del profesorado.
  • Herramientas para estos casos

1.- Técnicas de Mindfulness, rutina Zen.

2.- Comenzar el adulto a desvincularse en el primer trimestre y de forma progresiva.

3.- Iniciar con las tareas sencillas el fortalecimiento de su confianza.

4.- Reforzar en todo momento su esfuerzo y no el resultado.

5.-Ofrecer estrategias de trabajo acordes a su edad.

6.- Ser referentes en aprender errando, somos humanos no robots.

7.-Localizar los pensamientos trampososnegativos que son mentirosos y nos hacen depender de ellos y ver la realidad del estudio de forma distorsionada.

8.- Valorar otro tipo de pensamientos, sentimientos y conductas en el aula: el compañerismo, el respeto, la ayuda, la comprensión, el saber trabajar en equipo.

Helga González Medina

Psicóloga de Centro Pediátrico San Francisco