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Ha llegado el verano, y con él el calor, y algunos peligros que tenemos que tener en cuenta y contrarrestar, y sobre todo cuidar de los más pequeños de las temperaturas y los posibles golpes de calor. Por ello, la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria ha publicado un dossier, con algunas cuestiones que hemos de tener especial cuidado, y que a continuación os resumimos.

No obstante, adjuntamos también el documento con todas las pautas más detalladas.

Tratamos en primer lugar los golpes de calor. Los golpes de calor se provocan cuando nuestra temperatura corporal supera los 40 grados, por un fallo en el sistema que regula la temperatura de nuestro cuerpo.

Debemos proteger a nuestros hijos de ello, puesto que las consecuencias son nocivas: Irritabilidad, agotamiento, náuseas, vómitos, sensación de desvanecimento…

Además hemos de cuidar con el sol también, utilizando cremas de protección solar. Esto nos prevendrá de posibles enfermedades como cáncer de piel, puesto que los rayos ultravioleta pueden ser dañinos. Si nuestro hijo además es rubio, de piel especialmente blanca o con ojos azules tendremos más cuidado todavía, puesto que es más sensible.

Para los viajes, se recomienda salir preparado con un pequeño botiquín de emergencia. En caso de viajar a un país europeo, solicitar la Tarjeta Sanitaria Europea, y si nuestro destino es un país exótico, preocuparnos de saber si debemos vacunarnos de posibles enfermedades. Y por supuesto, si viajamos en coche, asegurarnos del buen funcionamiento de los sistemas de retención y atenernos a las normas de Seguridad Vial.

Por otra parte, es necesario y un momento idóneo para fomentar la actividad física y los juegos de los niños. Siempre con las precauciones necesarias, pero el deporte reporta un gran beneficio a la salud y por ello hemos de fomentarlo. Y los juegos pueden ser una buena manera de fomentar esa actividad física, de manera divertida y relacionándose con otros niños (que también es algo muy positivo).

Por último, aprovechar el tiempo para que el niño dedique un espacio de tiempo a la lectura también es más que recomendable. Enriquecerá su léxico y su expresión oral, y por ello no debemos olvidarlo en verano, sino reforzarlo.

En definitiva, podríamos decir a modo de resumen que lo fundamental será, además de tomar precauciones, fomentar el ejercicio y la comida sana para la mejor salud de nuestro hijo.

Para cualquier problema o urgencia, no dude en ponerse en contacto con su pediatra.