SF PLAZA: 976 355 253 | SF VALDESPARTERA: 876 280 084

Los primeros síntomas de la dermatitis, suelen ser irritaciones y picores.

La más común es la dermatitis por contacto. Si observamos un poquito es fácil detectar qué la provoca, así como también es fácil reconocer los síntomas ya que provoca ardor, inflamación y picor en la zona de contacto de manera bastante inmediata.

El eczema o dermatitis atópica, es una enfermedad que afecta hasta al 20% de los niños en edad escolar. No tiene cura, pero se pueden aliviar sus síntomas e intentar controlar los brotes.

La utilización inapropiada de remedios caseros puede no beneficiar al bebé, e incluso agravar los síntomas. Lo mejor siempre es acudir al pediatra.

Cinco expertos internacionales y la Asociación de Familiares y Pacientes de Dermatitis Atópica (ADEA) han redactado el siguiente Decálogo para el control de la dermatitis atópica:

  1. Evitar que el niño se rasque. Mantener las uñas del niño cortas. Si es necesario se le pueden poner unos guantes e incluso intentar mantener tapada la zona afectada.
  2. Mantener una hidratación constante. La utilización de cremas hidratantes ayuda a evitar que la piel se reseque.
  3. Quitar la etiqueta de la ropa. El hilo de las costuras y las etiquetas, suelen estar hechos de materiales alérgicos para los bebés. En los niños lo mejor es utilizar ropa cuya composición sea algodón 100%.
  4. Informar al profesor del niño. Los picores y la irritación pueden surgir en cualquier momento. Es importante que el niño conozco lo que le pasa y que lo sepan en el colegio para que le puedan ayudar y se sienta protegido.
  5. Observar dónde y cuándo ocurren los brotes. Detectar los momentos y circunstancias en que se produce un brote puede ayudarnos a minimizar los síntomas, a prevenir su aparición y a dar información a nuestro médico para que nos ponga el tratamiento más adecuado.
  6. Hablar y concienciar al niño. En la medida que nos lo permita su edad, debemos enseñar al niño los cuidados que debe tener con su afección.
  7. Considerar las estaciones del año. Los cambios de temperatura y una ropa no adecuada, pueden afectar a la piel. También la calefacción y el aire acondicionado, que pueden resecarla.
  8. Tener cuidado con la comida. Algunos alimentos pueden provocar la aparición de reacciones de tipo alérgico.
  9. Bañar a los niños a diario. Usar una loción sin jabón ni alcohol. Que el baño no sea prolongado y que el agua esté tibia. Secarse bien sin frotar y no olvidarse de la hidratación posterior.
  10. Buscar y aplicar un tratamiento adecuado. Aunque no tiene cura, el médico nos recomendará el mejor tratamiento en cada caso.

Para cualquier problema o consulta, no dude en ponerse en contacto con su pediatra.